Benancio Perlotti, profesor de historia de la calle Houssay, cincuentón y con lentes era un solitario hombre que había puesto todas sus energías en este tema. Perlotti sentía que tenía un don especial para comprender realidades que al resto de los mortales nos era negada. Gran conocedor de varios temas y una cultura general admirable, Perlotti se pasaba sus días dando clases en colegios secundarios y su hobby era justamente el estudio de teorías conspirativas y mensajes subliminales. Perlotti estaba obsesionado con la idea de que en todos lados se oculta algo, que las grandes elites manejan todo y nos dan mensajes encriptados y subliminales para que solo los genios puedan captarlo como una especie de guiño intelectual.
Pero esto pasó a ser una carga para Perlotti ya que comenzó a ver mensajes donde no los había
Gran conocedor del marketing y la publicidad, comenzó a indagar en sus tempranas caminatas por el barrio y a notar símbolos ocultos en mucha cartelería del barrio. De esta manera Perlotti afirmaba que en el cartel de Carnes Rizzo había un mensaje subliminal en la doble ZZ que incitaba al consumo de carne y a matar animales. De la misma manera aseguraba que el logo de la clásica librería Espantapájaros estaba basado en un antiguo muñeco pagano escocés de la edad media. Perlotti no tenía paz, no podía prender la TV porque veía verdades para él muy evidentes y lo que es desesperante, decía el, a la vista de todos. En su libro "Piedra libre" de Editorial Oculta, afirmaba por ejemplo que Los Pitufos era una clara alusión al comunismo, y daba argumentos y todo: Una sociedad con un líder vestido de rojo (Papá Pitufo) donde cada uno es especialista en un trabajo y todos aportan por igual, con la misma vehemencia afirmaba también que Gargamel era el capitalismo que los acechaba. Las teorías de Perlotti comenzaron a dar que hablar en sectores intelectuales incluso de Godoy Cruz y Las Heras. Se creó una institución sin fines de lucro llamada Cabeza descubierta que se juntaban a debatir e intercambiar estos temas, el nombre tuvo que ser cambiado luego de una denuncia por alusión a la pornografía
Perlotti había llegado al límite, tanta información lo estaba trastornando y comenzaba a no ser feliz por su paranoia, no dormía tranquilo porque creía que de noche iban a venir los Iluminati a buscarlo, puso alambres de púa en la medianera porque creía que el FBI y agentes de la KGB se escondían en la calle Houssay, en la glorieta de la plaza con el fin de espiarlo.
Un día Benancio Perlotti dejó el Unimev. Sus vecinos no supieron mas de el. Su casa estaba intacta. Sus muebles estaban en su lugar. Preguntaron en el Video Club Unimev, donde Perlotti era asiduo cliente (alquilando las películas mas lentas y si era posible, iraníes), pero ahí no sabían nada. La policía entró a su casa a la fuerza después de un mes de la desaparición. Los vecinos se juntaron en la vereda, los niños en bicicleta susurraban, las viejas comentaban cosas como "para mi que se fue con alguna loca" y no faltó una que afirmara "éste era raro para mi que andaba con uno" fue un momento de mucha tensión, cuando la policía abrió la puerta temían lo peor "Perlotti "..." Perlottiii" Entraron a los gritos, pero...nada che.
Solo encontraron un video VHS con la frase en lapicera "Mi último mensaje" Los policías se miraron entre si y colocaron el VHS en la video cassettera expectante. La gente esperaba en la vereda. El TV se prendió y sorprendentemente salió el spot para ir a dormir que tantas veces vimos en la noche donde se escuchaba "Patoruzito, Isidorito, Pamperito...a dor-mir"... el desconcierto de los policías fue notorio, las viejas empezaban a golpear el vidrio preguntando que pasaba. Cuando termino el spot apareció el rostro de Perlotti, serio, sin lentes y grabándose a si mismo, el mismo decía: " Muchos se rieron de mi, muchos no me creían, este es mi último descubrimiento. Este spot fue hecho en la época de los militares, en plena dictadura y contiene serios mensajes subliminales...(hizo una pausa) veamos..."ya llegó la hora de dormir" (un claro mandato que coarta las libertades) "el cu-cú nos manda a descansar" (Toque de queda) "otro que obedece y bien se merece un sueño feliz", la mirada de Perlotti se volvió brillosa, (si obedeces no vas a tener problemas) "Alto amiguito donde vas? (la cana) "y a vos que te importa no mandás" (el subversivo) "a los empellones aunque no te guste a la cama te irás (palo y a la bolsa)...el spot termina con un sonido del cucú "Uu-uu" (clara alusión a las sirenas) seguido de esto, la cara de Perlotti hace una mueca y se despide...todo negro después...
Cuando terminó el video los policías salieron ante la multitud, había gritos "donde está Perlottiiii", "Que pasó?" los policías callaron a la multitud con gestos, se miraron entre sí y subiéndose al móvil dijeron: "no pasa nada, está durmiendo..."
Muy bueno, una rara mezcla entre Jhon Nash y Alberto Fernández
ResponderBorrarJaja satamente!
BorrarFíjate que hay otros, voy subiendo de a poco
ResponderBorrarMe encanto!!
ResponderBorrarExcelente! Un estilo típicamente Lanzillottesco! Bravo!
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