Unimev, ex concubina mía, veredas que destilan recuerdos desde sus poros asfaltados.
Tierra de enlunados espasmos, extraño boomerang que siempre vuelve
Mis lágrimas caen sobre tus veredas añorando un arte cercado
Barrio de montañas lejanas detrás del VEA que me tapan el horizonte, fluctuantes paredes hacia lo infinito
Máscaras, soledades, risas, amor, escaladores sin cima, sin poder ver nada desde lo alto, desde el vuelo de una gaviota.
Recorrer en una noche anónima el suave murmullo de los autos de la avenida. el rumor monótono de tus acequias ya sin agua. El murmullo convaleciente de las pollerías. Torcer el cuello para mirar el tanque alto de las torres y alguna que otra ventana que nos trae recuerdos de familias que ya no están. Hacerte cosquillas en tus calles en un deambular sin rumbo. Oler las moras en primavera que salen sin permiso de tus acequias y te saludan al pasar. Ver pasar autos sin brújulas, conductores ensimismados y colectivos pintados de nuevos colores. Sentir el humo que brota después de una lluvia repentina en el caliente asfalto aliviado.
Unimev, ex concubina mía, veredas que respiran historias pasadas y petrificadas en un tiempo que nunca se fue
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