El señor Guzmán no podía dormir. Había probado con clonazepan, leche tibia, contar ovejitas, escuchar a Arjona y pastillas de menta...pero nada. No le preocupaba el precio del dólar, la inflación o que sus vecinos estaban construyendo la medianera mas alta dejándolo sin luz en su casa de la calle Nazarre. No.
Al señor Guzmán le preocupaba el paso del tiempo. El tiempo, ese verdugo de lo eterno, ese enemigo silencioso que no para de caminar hacia vos incluso cuando dormís. Por eso sentía que mientras dormía perdía el tiempo. Muchas veces no dormía por ese motivo, se levantaba a deambular en auto en la noche, a ver películas, a leer. Pero al otro día su cansancio era dificil de asumir. Estaba destrozado por no dormir y no disfrutaba la vida. Algo tenía que hacer. Sus ojeras ya eran parte de su rostro y ya necesitaban corpiño.
Fue a ver a una bruja que le cobró 1200 pesos para decirle una frase que era "el tiempo es veloz" que luego de llegar a casa se dio cuenta que era una canción de David Lebón. Cuando regresó a reclamar, la bruja no estaba. Perdió mas tiempo y eso lo encabronó aun más.. Fue el combustible que necesitaba para hacer algo. Se miraba al espejo y se imaginaba las futuras canas, las aun inexistentes arrugas. Se imaginaba los nietos que aun no nacían y por supuesto más allá...la muerte. En un libro amarillento leyó que el tiempo es un concepto abstracto y personal pero al Sr. Guzmán lo atormentaba. Miró el reloj...tic tac...tic tac...ese sonido lo impacientaba, cada TIC era un segundo menos de su vida, y cada TAC era un micro de larga distancia de una empresa que ya no existía. De tantos Tic Tac llegó a pensar que tenía un TOC. Probó en sacarle las pilas al reloj. Las agujas se calmaron, pero el tiempo seguía corriendo, por mas pilas y pilas que le sacara. El tiempo tácito y prematuro seguía corriendo sin su permiso. El Tic Tac se trasformó en un "ja-ja" burlándose de él. Sentía que tenía que salir a vivir, a leer todos los libros, ver todas las películas, escuchar todas las músicas del mundo. Hacía calor, y en su mano izquierda levantó el reloj despertador quedando éste al lado del ventilador de techo. Vio como esas agujas se fusionaban con el ventilador de techo girando a la misma velocidad. Giraban las hijas de puta, sin consentimiento, giraban altaneras acercándolo mas y mas a la vejez. Abrió un libro esa noche después de verse 34 películas (sin ver ninguna) y leerse otros 12 libros. Salió al patio a las 3 de la mañana con una red caza mariposas. Comenzó a hacer movimientos a mariposas invisibles. Los vecinos de al lado, desde la ventana de arriba lo observaron en la oscuridad como el Sr. Guzmán, no trataba de cazar mariposas sino "atrapar el tiempo" lo miraron con pena, cerrando la ventana nuevamente para seguir durmiendo. Pero a las 4 de la mañana y con dolor de brazo, descubrió que el tiempo es escurridizo, y no se puede atrapar. Los que estamos atrapados en él somos nosotros. Leyó en algún lado algo que lo deslumbró: Al parecer, el tiempo venía siempre de izquierda a derecha. ¿O de Oeste a Este? Gran descubrimiento. El Sr. Guzmán salió corriendo y llegó a Houssay y Adolfo Calle y miró a la izquierda. La gruta de la virgen estaba ahí, desde los años 80, las torres también desafiando el tiempo. Las miró envidiándolas. Quiso ser la T4 en algún momento, grande, fuerte, desafiante, se imaginaba a las torres como un robot gigante y si se fijaba bien tenían hasta cabezas (el tanque) y ojos. "El tiempo pasa de izquierda a derecha" se dijo, y miró nuevamente. Vaya a saber porque, quizás por instinto, comenzó a correr hacia la derecha y llegando al espacio verde, se refugió en la heladería Mailhó agitado mientras el tiempo pasaba, sin tocarlo. Pensó que, con esta lógica, los del barrio Santa Elvira envejecerían antes que los del barrio Empleados de Comercio.*
Un buen día el Sr. Guzmán vendió su casa en el Unimev y se fue a Rodeo del Medio *. El tiempo lo alcanzará igual, pero hoy en vez de leer catorce libros por día, lee ocho, y duerme un poco mas tranquilo...
Una pluma que viene
ResponderBorrarde otro tiempo.Te admiro Dani hermano insisto es muy teatral ..las tablas esperan a Guzman