domingo, 11 de octubre de 2020

EL GALÁN DEL CADORE

 El espejo devolvía la imagen de Nico Andreuceti, peinando su jopo con gel. Nico Andreuceti, el galán del Cadore 

Tomó cierta fama en el Unimev luego de frecuentar señoritas sin hacer distinción de barrios, para Nico el primer, segundo y tercer barrio era exactamente igual. Donde había polleras (o pantalones ajustados) Nico levantaba la mano (o las faldas) diciendo "acá estoy" 

Muchos envidiaban a Nico, fachero, pintón, buenos tubos producto del gym y del rugby. Como es sabido los rugbiers  son un imán para algunas pupilas femeninas. (sobre todo en los años 90)  Nico aprovechaba eso. Tenía un don especial aunque al decir verdad el don de Nico era solo físico. Carecía de todo otro factor de seducción. Era grosero, básico y estudiaba antes una especie de libreto para seducir chicas del barrio. Generalmente Nico compraba libros donde sacaba frases, robaba reflexiones y se afanaba algún que otro pensamiento ajeno haciéndolo pasar por propio cuando en realidad era de Pablo Neruda. Estaba acostumbrado a mujeres comunes. chicas que el podía repetir su arma de seducción una y otra vez y ellas caían, como caen las hojas de otoño, decía luego de leer a Becker. Nunca nada original, nunca una creación propia. Pero sea como sea Nico siempre se floreaba con las mas lindas del Unimev. Nadie sabía como hacía, y los hombres empezaron a envidiarlo. Uno veía como Nico se robaba a tu hermana, a tu vecina, a tu prima y a veces hasta alguna madre desprevenida. Eso sí, abuelas no se le conoce.

"Hay que encarar a la mina recién peleada", decía con certeza, "es el blanco más fácil porque están dolidas, una mina despechada es un blanco seguro" aseguraba tipo manual que al parecer le resultaba. Nico llevaba así un registro en un cuaderno Rivadavia de las separadas del barrio como así también las que se llevaban mal con sus novios. Y ahi atacaba...

Pero así como entraban por lo lindo, salían por lo estúpido. La seducción de Nico duraba una hora, hasta que la chica comenzaba a darse cuenta de las cinco neuronas que Nico poseía. Nico tenía que hacer todo en esa hora antes de que descubrieran su verdadero yo (el tarado) De esta manera su seducción y su cortejo era apurado, como si lo estuvieran presionando, como si alguien lo empujara.

Una vez salió con la profesora de literatura Beatriz Atenea quien lo descubrió haciendo pasar una frase de Julio Córtazar como propia. Ahí se supo. Nico no era para cultas. 

Se corrió la voz en el barrio y las mujeres comenzaron a rechazarlo, apareció un pasacalle en la calle Azcuénaga que decía "Nico farsante". Beatriz lo denunció por ladrón lo cual Nico tuvo que ir a declarar a la comisaría explicando que solo robaba ideas. Lo dejaron en libertad apenas el milico terminó de escribir la denuncia a velocidad tortuga. 

Nunca más entró al Unimev, su fama era mucha, y ya todos lo conocían. era tristemente célebre entre los machos del barrio y objeto de burla. Hasta había pintadas burlonas en las paredes gastándolo, una decía "Volverán las oscuras golondrinas" firmaNico Andreuceti

No se sabe que fue de la vida de este personaje, algunos aseguran haberlo visto seduciendo chicas de Dorrego o del barrio Alimentación y son varios los que afirman haberlo visto en el centro, comprando libros.

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