viernes, 16 de octubre de 2020

LOS GUSANOS DE SEDA

No duró mucho pero fue una moda sin dudas que todos recordamos: los gusanos de seda El ritual comenzaba con conseguir una caja generalmente de zapatos, limpiarla, hacerle agujeritos en la tapa "para que respiren" y después llenarla de gusanos y luchar para que no se escapen. El Unimev era el lugar ideal para criar gusanos de seda porque los árboles de moras abundaban en sus calles. Ronnie  pensó que los ideólogos que plantaron los árboles tuvieron en cuenta esto. Una vez que ya estaba la caja lista comenzaba la peregrinación a alguna casa donde "vendían" gusanos. Si, los vendían, cada gusano salía aproximadamente 0,50 centavos en moneda de la época. Ronnie quería criar gusanos como muchos chicos de la cuadra. La astucia consistía en elegir los gusanos mas chicos en tamaño para que duraran más y poder disfrutarlos mas en vida (unos 30 dias). Ronnie los veía mover, y se sentía atraído por los mas grandes pero los mas chicos quizás eran los mas juguetones. Ronnie desmentía reglas populares  " El tamaño si importa" se decía. Elegía los mas diminutos para mimarlos y acariciarlos mas tiempo. Cortó 5 hojas de mora antes de elegir sus gusanos. Con cuidado caminó hacia su casa y en su habitación le eligió una ubicación especial. Dormía, soñaba, disfrutaba los gusanos. Pasaba horas viéndolos comer. Le gustaba como se movían, su suavidad, su estilo, su blancura inmaculada.. Se sentía identificado con ellos. Pensaba que todos vivimos en una caja, mas o menos grande y no nos damos cuenta. Todos tenemos una caja de zapato que es nuestro universo, pero con madurez y tiempo se puede salir de ella. Ronnie pasaba tardes entera filosofando mirando en forma lúdica sus blancos amigos. Pasaron las semanas y los gusanos comenzaron a armar su capullo, en las esquinas, en los rincones. Ronnie advertía la increíble semejanza con el ser humano. Cada uno armando su vida, su porvenir, su incierto futuro. Observaba con detalles como la seda iba transformándose en formas redondas donde el gusano quedaba dentro hasta desaparecer completamente y quedar "atrapado" en su propia y necesaria trampa. 
Ronnie no salía, no se juntaba con nadie, no estudiaba, se pasaba en su habitación horas y horas mirando con detenimiento el techo de su habitación y sus cosas. Después de unos días el capullo se comenzó a romper, de a poco y ese gusano que estaba hibernando, en cautiverio pensando, ahora comenzó a asomar su cabeza al nuevo mundo. Ahora podía volar, tenía alas, tenía libertad, hasta su aspecto había cambiado. Tenía los ojos abiertos y hasta mas grandes, respiraba libertad. No hizo falta mas la tapa de la caja, ya que el universo ahora era mas grande. Tomó el picaporte de la puerta y transformado en mariposa decidió volar. 
Los gusanos y mariposas de la caja quedaron ahí. Ronnie nunca mas volvió



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