EL VENDEDOR FANTASMA

 Hay un mito urbano en el Unimev que ronda sobre la figura de "Don Sombra", los amantes de la literatura creen que es parafraseando al famoso libro "Don Segundo Sombra" de Güiraldes pero no. La palabra sombra era para denominar al personaje  que rondaba las calles del barrio bajo el estrepitoso sonido de "Vendo escobas, lampazos plumerooooos..." Los Golos estaban obsesionados con este señor, ya que ninguno lo había visto nunca, solo escuchaban su voz de ultratumba que seguía "...vendo sillas, canastos, maceteeeeeros..." y no paraba ahí, sino que seguía con una tercer estrofa curiosa  "vendo tierra preparada, turba, maceeeeetas..."  Muchos discutían si era una grabación o si realmente el parlante justificaba un monólogo "en vivo" ya que las tres frases eran exactamente iguales SIEMPRE, aunque nunca se llegó a una conclusión. Pero esa no era lo menos importante.

Algunos amantes de las teorías conspirativas comenzaron  a gestar la idea de que Don Sombra en verdad no existía, y era una alucinación sonora. Muchos lo habían escuchado pero nadie lo había visto jamás, excepto la señora Cuca de la calle Gainza, que aseguraba haber comprado un plumero y dos macetas el 20 de agosto de 1987 pero no hay registro de eso.  El fantasma de Don Sombra comenzaba a ser cada vez mas conocido. Los Golos, especialmente Paulero estaban atentos todo el día esperando el sonido extraño y fantasmal. Se discutió mucho acerca del vehículo que don Sombra andaba. Algunos aseguran que era un Citröen en mal estado, otros un Rastrojero gris, pero todos coinciden siempre en el parlante en el techo con la misma frase "Vendo escobas lampazos plumeros.." Los Golos llegaron a organizar guardias para verlo, ya que el misterioso hombre no tenía un día fijo para sus recorridos sino que lo hacía esporádicamente. Algunos mas fabuleros contaban que vieron el vehículo manejándose solo o que observaron desde lejos como se disipaba  hasta desaparecer en la calle Keller no dejando rastro el Rastrojero, (valga la redundancia)

Adro y Carloncho se subieron al árbol de Azcuénaga y Adolfo Calle durante mas de 5 hs. hasta que Adro se quedó dormido cayendo a la acequia en vano. No hubo resultados. Don Sombra no apareció ese día. Era muy sugestivo el hecho de que no apareciera los días que Los Golos hacían guardia. Se llegó a sospechar que era una movida calculada por Don Sombra y a propósito. Por esa razón el mito creció y creció como un globo, incluso en generaciones venideras. Muchos niños preguntan hoy por la leyenda de Don Sombra.

Un buen día Don Sombra no pasó mas por el barrio, los mas incrédulos aseguran que dejó de vender simplemente porque no le convenía, otros dicen que ahora vende celulares, otros que se le rompió el Rastrojero, y no falta algun incrédulo que afirma que "nadie puede desaparecer si en verdad nunca existió"  pero para Los Golos siempre quedará esa duda. 

Dicen que en casa de la señora Cuca aún se conserva el plumero (ya sin plumas) que según afirman, por las noches... se mueve solo.